Se dice que una bicicleta limpia es una bicicleta rápida, sin embargo hay que tener mucho cuidado para no maltratar demasiado a nuestra bicicleta y no olvidarnos de algunos detalles que se nos pueden pasar por alto.
Lo más importante que tenemos que tener en cuenta es que la transmisión tiene que estar siempre impecable y la transmisión no es solo la cadena. Tenemos que limpiar también los platos, piñones y (sorpresa) roldanas. Para limpiar la transmisión, lo mejor es acostumbrarse a limpiar por lo menos la cadena cada vez que lleguemos de una salida. Y una limpieza un poco más a fondo cada 4 o 5 salidas.
Para lalimpiezarápida de la cadena es muy sencillo utilizar un par de toallitas de bebé para quitar todos los restos de lubricante y después un poco de papel de cocina para dejar la cadena seca. Este proceso te llevará un par de minutos y hará que la porquería no se vaya acumulando en el resto de la transmisión.
Para la limpieza a fondo hay quien desmonta la cadena y la mete en desengrasante, yo personalmente no llego a tanto. Lo que hago es calentar agua y echar un poco de desengrasante. Lo hay muy bueno específico para bicicletas, pero el que usas para fregar los platos también va muy bien y seguro que tienes por casa. Insisto, usa agua caliente. También venden unos cepillos especiales para bicicletas que no son caros, pero si no los encuentras hay un truco: una escobilla de WC también te puede hacer el apaño. Eso sí, compra una para la bici e intenta no mezclarla con la que ya tengas por casa. También venden unos aparatos para limpiar la cadena, que funcionan bastante bien, pero con nuestra escobilla de WC si hemos ido limpiando la cadena después de cada salida, podemos conseguir unos resultados casi iguales.
Además de la transmisión es importante limpiar el cuadro y las vainas. Para ello utiliza un trapo o una esponja que no ralle la bici con agua caliente y un poco de jabón. Una vez hayas limpiado, es bueno secar con un trapo o por lo menos sacudir la bici haciéndola botar sobre la rueda trasera para que suelte la mayor cantidad de agua posible. Es importante limpiar la bici a menudo. No solo por estética, sino porque nos va ayudar a detectar cualquier fisura en nuestro cuadro.
Por último hay que poner un poco de cuidado en las ruedas, limpiar los radios, los bujes y las cubiertas. Si, las cubiertas, sobre todo para detectar alguna pequeña raja que podamos tener y que nos pueda dar problemas en la salida.
Una vez limpia la bicicleta, sería conveniente darle un poco de grasa o cera por lo menos en la transmisión y estaría lista para salir de nuevo.